Presentada la octava edición del Barómetro Internacional de Financiación de la Innovación
En 2012, la I+D ha sido financiada principalmente con los propios fondos de las empresas (hasta el 53% de la inversión), correspondiendo el 47% restante a financiación externa, de la cual la financiación pública supuso un 55% (ayudas directas e indirectas) y la privada un 45%.
La repercusión directa de esta financiación de la innovación entre las empresas encuestadas es que el 60% han aumentado al menos un 50% su volumen de negocio y el número de innovaciones comercializadas.
El máximo exponente de ello lo encontramos en Francia, Polonia, Hungría y Canadá (70% de los encuestados), a diferencia de España y República Checa (30%). Para el 50% de las empresas consultadas ha impactado en la aceleración de la comercialización de la innovación, y para el 40% ha significado un aumento de los puestos de trabajo relacionados con la I+D y acuerdos con proveedores.
Las deducciones fiscales por I+D siguen siendo la opción de financiación mayormente utilizada en Europa. El 58% de los encuestados las utilizan y el 18% se ha deducido por primera vez. En España, el 55% de las empresas utilizan las deducciones fiscales para la financiación de la innovación. Entre los obstáculos para su mayor uso se encuentran: actividades no deducibles (28%); incentivo con poco interés financiero (21%); la falta de conocimiento sobre el mecanismo (15%) o la complejidad del mecanismo (17%).
Este tipo de deducciones juegan un papel muy importante en el mundo empresarial actual español como ayuda para mejorar la tesorería (el 45% de los encuestados en España), para el mantenimiento del empleo (el 18%), y como reinversión de las deducciones en I+D (el 29%).
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