De acuerdo con el portavoz, en las inspecciones se han encontrado serias deficiencias y una de las más serias era que se estaba introduciendo en el mercado ruso productos de otras compañías y países que no contaban con autorización para el mercado ruso o el de la Unión Aduanera.

Desde el propio organismo ruso se ha recomendado a las autoridades griegas que sean ellas mismas las que impongan la prohibición a sus empresas, lo que facilitaría la reanudación de las exportaciones.

Según el director general del Rosselkhoznadzor, Sergei Dankvert, "enviaremos una carta a los servicios veterinarios griegos para que suspendan las exportaciones de productos de las compañías incluidas en una lista de exportadores aprobados por ellos mismos. Si no lo hicieran pondríamos en marcha nuestras propias medidas".