De acuerdo con Mériaux, ante la reforma, el sector del vacuno y del ovino se enfrentan a una posible gran disminución por la reducción de las ayudas a los productores. Sin embargo detecta cierta flexibilidad que podría mitigar las pérdidas para los ganaderos ya que ciertos pagos a los ganaderos de bovino y ovino ayudarán a compensar el incremento de los costes de producción.

Además, las ayudas a los jóvenes agricultores y ganaderos frenarán el envejecimiento del sector, sobre todo teniendo en cuenta que "en algunos Estados miembro, más del 50% de los profesionales del sector tienen más de 50 años".

El secretario general de la UECBV ve necesario que la UE reconozca al sector ganadero como un sector vulnerable y que, como tal, necesita de ayudas específicas. Añade además que el uso de la flexibilidad dentro de la PAC sería vital ya que si bien no estimulará la producción permitirá evitar la caída, manteniendo los actuales niveles. Mériaux vio también como fundamental que los precios de venta de la carne y los productos cárnicos suban para que reflejen correctamente los costes de producción".