El evento contó con una nutrida participación de profesionales relacionados con los distintos ámbitos de la seguridad alimentaria y de diversos sectores de la alimentación, desde productores lácteos a otros cárnicos y jamoneros.

La jornada comenzó con la intervención de Pedro Pozuelo, miembro del departamento de Servicio al Cliente de Betelgeux, quien explicó a los asistentes la relevancia que tiene la formacion de biofilms en las instalaciones de las industrias alimentarias y los problemas que su persistencia pueden acarrear. Para tratar de solventar esta situación desde esta empresa han preparado soluciones para detectar y eliminar la presencia de Listeria. Una de ellas es el TBF 300, un test para la detección de biofilms, desarrollado en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid que permite reconocer las zonas donde existe este problema de seguridad alimentaria. Una vez detectado, la empresa ofrece también productos para el tratamiento de superficies y la eliminación de los biofilms.

Luis María Gallego, director general del Grupo Analiza Calidad, habló sobre algunas de las estrategias que se pueden poner en marcha con el objetivo de prevenir la presencia de Listeria monocytogenes en industrias cárnicas y controlarla. Según explicó es vital el control de aspectos como los proveedores de materias primas, la manipulación de los productos, el diseño higiénico de las instalaciones, además de la puesta en marcha de planes de higienización específicos ante determinados problemas de este tipo.

Juan José Canet, subdirector técnico del departamento de Servicio al Cliente, presentó algunas aplicaciones prácticas para llevara cabo una correcta limpieza y desinfección para el control de Listeria monocytogenes en industrias alimentarias y, más concretamente, con el objetivo de llevarla a cabo por vía aérea. Canet mostró zonas dentro de las instalaciones donde la presencia de esta bacteria se puede encontrar habitualmente (sumideros, instalaciones aéreas y otras de difícil acceso). Con el objetivo de aplicar una desinfección más eficaz, Canet propuso la utilización de nebulizadores que resultan útiles y efectivos ya que llegan a zonas, como los carriles aéreos, que resultan de difícil acceso y en los que puede encontrarse Listeria.

Sonia Porta, técnico del Laboratorio de Bioensayos de Ainia, explicó las problemáticas asociadas a la presencia de Listeria monocytogenes dentro de las industrias alimentarias y las posibles soluciones que pueden llegar a implementarse.

El último en intervenir fue el consejero delegado de Betelgeux, Enrique Orihuel, quien centró su turno en explicar las estrategias que se pueden poner en marcha para controlar la presencia persistente de L. monocytogenes. Según explicó, sobreviven tanto tiempo en las instalaciones debido a posibles deficiencias en la higiene, por factores ambientales o porque acaban formando biofilms.

Orihuel finalizó haciendo referencia al proyecto Biolisme, en el que participa su empresa y del que para 2014 anunció que habrá nuevos resultados y permitirá dtectar la detección de L. monocytogenes en menos de 3 horas de forma sencilla y casi automática.