Entre los detenidos estaban empresarios dedicados al sector cárnico y también empleados de centros dedicados a la experimentación de medicinas en caballos. Estos animales pasaban a la cadena alimentaria de forma ilegal ya que no estaban destinados a consumo humano.

Los animales eran sacrificados en mataderos del sur de Francia y en el ámbito de las investigaciones se ha llevado a cabo, por parte de la Guardia Civil, un registro en las dependencias del matadero Excorxador del Gironès, propiedad del Ayuntamiento de Girona. En el mismo se han requisado documentación relativa a los animales allí sacrificados.

Ante esta situación, el Ayuntamiento gerundense ha decidido clausurar preventivamente la actividad de la línea se sacrificio de equino de estas instalaciones a raiz de la investigación abierta y ha abierto un expediente informativo al centro cárnico.