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La publicación de la Norma del Ibérico provoca división de opiniones entre los distintos representantes del sector

El pasado 10 de enero, el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, aprobada el Real Decreto 4/2014 por el que se aprobaba la Norma de calidad para la carne, el jamón, la paleta y la caña de lomos ibéricos, que mejora la información al consumidor en el etiquetado y presentación, así como la calidad del producto, al establecer más rigor y control en los procesos y la fiabilidad en la asignación de las menciones que realmente corresponden a los productos. De cara a la comercialización de los productos la nueva norma hace una firme apuesta por la mejora de la información al consumidor en el etiquetado: Denominación de venta y la indicación del tanto por ciento racial.

Con ese objetivo se simplifican las denominaciones de venta y se pasa de las cuatro opciones anteriores (de bellota o montanera, de recebo, de cebo de campo y de cebo) a tres: de bellota, de cebo de campo y de cebo, eliminándose la designación recebo. En el etiquetado se establece la obligatoriedad de indicar el tanto por ciento de raza ibérica, cuando se trate de animales 100% ibérico, y en lugar destacado de la misma en los demás casos. Con el objetivo de acreditar la pureza racial, el Real Decreto establece que los certificados del libro genealógico serán la única forma de acreditarla ayudando así a preservar la raza porcina Ibérica. Se ha establecido un número de cerdos por hectárea de dehesa, conocido como carga ganadera en función de la superficie arbolada cubierta (entre 0,25 y 1,25, cerdos/ha) en el caso de las producciones en montanera. En el caso de los animales criados en el sistema de cebo, se necesitarán al menos 2 metros cuadrados por cada uno de los cerdos en las explotaciones ganaderas.

Reacciones a una Norma polémica

Esta nueva Norma, muy esperada y controvertida en el sector, ha suscitado opiniones diversas entre los diversos actores implicados.

Poco después de aprobarse y ser publicado el Real Decreto, Guillermo García-Palacios, presidente de la D.O.P. Jamón de Huelva declaró que es un texto necesario pero el retraso en su aprobación hace que “no sea útil para esta campaña, por lo que se ha producido un retraso de algo má d e un año en lo que a control de producción se refiere”.

En su opinión, la nueva norma viene acompañada de controles y sanciones que deben ser puestos en marcha por las comunidades autónomas. Sin embargo, manifiesta que desde regiones como Castilla y León se ha “presionado para que la norma no se aprobara en tiempo, queriendo boicotearla por el bien de sus industriales, no va a ser muy proclive a sancionar”.

Precisamente, desde Castilla y León, el PSOE de esta comunidad autónoma en la persona de Juan Luis Cepa, procurador en las Cortes y diputado regional por Salamanca, ha manifestado que desde el ministerio se han “decantado por los intereses de Huelva” a la hora de redactar la nueva norma de calidad del ibérico.

Cepa añade que con esta nueva norma se “atenta contra los intereses del sector cárnico regional y especialmente contra los de Salamanca ya que el Gobierno no ha hecho caso de los intereses de Castilla y León en cuanto al etiquetado de los productos”.

Distinguir las distintas categorías de jamones por colores y sobre todo el tamaño de la letra a utilizar “puede confundir al consumidor, haciéndole creer que hay jamones de primera, de segunda, de tercera y de cuarta categoría”.

El parlamentario socialista se mostró también contrario a que el término “pata negra” sólo pueda ser utilizado en la comercialización de jamones “100% ibéricos” ya que “es una línea de producción muy escasa, que sí tiene cierta influencia en Huelva”.

Por su parte, Iberaice, la asociación que agrupa a más del 95% de las empresas elaboradoras del sector del cerdo ibérico, enviaba un comunicado en el que mostraba cómo se había venido trabajando junto a la interprofesional del cerdo ibérico, Asici, y el Ministerio de Agricultura, para que las industrias elaboradoras estén en condiciones de aplicar desde el primer día de su entrada en vigor la nueva Norma.

Desde esta organización empresarial destacan que con la nueva norma se ha buscado un marco normativo que permita la integración de los diferentes modelos productivos y orientaciones de negocio, así como las diferentes sensibilidades industriales y territoriales, y manifiesta que "se inicia un nuevo periodo en el que el sector habrá de trabajar de forma fluida con la Administración para la aplicación de esta nueva Norma". Desde Iberaice destacan también el esfuerzo especialmente significativo de algunas de las partes involucradas, como la Junta de Castilla y León, para tratar de conseguir los consensos necesarios.

Tras la publicación en el BOE de la nueva norma de calidad, la próxima junta directiva de Iberaice analizará su contenido, del que destacan que "los requisitos establecidos por esta nueva normativa son incluso más exigentes en determinados aspectos que los requeridos para las denominaciones de origen".

Uno de los puntos que destaca es el ya mencionado malestar entre una parte de los industriales por el tratamiento que se hace del etiquetado del factor racial y por el uso limitado del término "pata negra". Desde Iberaice van a analizar si alguno de estos aspectos pudiera ser contrario a la legislación nacional o comunitaria y lamenta que los efectos beneficiosos de la norma se vean empañados por estos dos puntos ya que "han roto los consensos inicialmente alcanzados en el borrador". Para su presidente, Carlos Díaz, la Norma tiene aspectos positivos pero tiene “tintes de estar a favor de determinadas producciones y comunidades autónomas”.

Por otro lado, destacan también la futura puesta en marcha de una nueva extensión de norma para el sector, que se encuentra pendiente de publicación en el BOE, dirigida a facilitar y reforzar los controles de la nueva Norma de Calidad.

Con esta segunda extensión y la Nueva norma de calidad, se va a configurar, en opinión de Iberaice, un marco legal que se complementa y completa, algo que "es la prueba evidente de la apuesta del sector ibérico por la claridad, transparencia del mercado y leal competencia de los operadores que se corresponde con el prestigio de unos productos tan emblemáticos de la gastronomía española".

Por otro lado, el presidente de la Federación Española de Asociaciones de Ganado Selecto (Feagas), José Luis Urquijo, ha mostrado su satisfacción porque el consejo de ministros aprobase la norma de calidad del ibérico, “una norma que ya se hacía necesaria para clarificar el sector”, aunque, añade, que “la utilidad de la misma se verá siempre y cuando se aplique de forma rigurosa, tal y como señala el Real Decreto publicado, por lo que sería deseable contar con la responsabilidad del sector, tanto ganadero como industrial, así como con el apoyo de las autoridades, para que esta norma se cumpla a rajatabla”.

La primera consecuencia que para el presidente de Feagas tiene esta norma de calidad del porcino es que “potencia la claridad, la trazabilidad y la transparencia del sector y, por consiguiente, proporciona una mayor información a los consumidores que, en todo momento, van a saber ante qué producto se encuentran antes de comprarlo”.

“Con la aplicación de esta norma se espera que los productos del cerdo ibérico vuelvan a ocupar el sitio que les corresponde dentro de la gastronomía española”. Para José Luis Urquijo es importante, también, en aras de esa mayor claridad para el consumidor, que el número de denominaciones se hayan reducido de ocho a cuatro y que haya una etiqueta de color diferente que resalte a primera vista, sin tener que leer en muchas ocasiones la letra pequeña de la etiqueta, ante qué tipo de producto nos encontramos.

Por otro lado, la Asociacion Espanola de Criadores de Ganado Porcino Selecto Ibérico Puro y Tronco Ibérico, Aeceriber, hizo público un comunicado en el que recordaba la primera norma de este tipo, publicada en el año 2001, que fue modificada por la de 2014 y por último la recientemente publicada que “tiene un contenido que claramente está orientado a la defensa de una raza autóctona, la ibérica, y a su medio, la dehesa, sin perder de vista las necesarias transparencia y trazabilidad”.

Desde esta asociación resaltan la apuesta del Ministerio de Agricultura por “la recuperación de la confianza de los consumidores en unos productos que son uno de los mejores exponentes gastronómicos de nuestro país”, algo que agradecen públicamente.

Finalmente, tras la celebración de la Mesa Sectorial del Ibérico de Castilla y León, la consejera de Agricultura de esta región, Silvia Clemente, anunció que se recurrirá la nueva Norma de calidad para los productos del ibérico publicada recientemente si el Ministerio de Agricultura no hace caso a un requerimiento previo que hará en los próximos 15 días.

El objetivo es cambiar determinados puntos de la norma y para ello se va a realizar un análisis jurídico profundo ya que consideran algunas menciones como el porcentaje de raza ibérica, algo que según la consejera es ilegal ya que “no se puede disponer por un Estado que algo sea obligatorio cuando la UE no lo recoge de esa manera”, o la reserva del uso de expresiones como “pata negra”.

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