Tras la aparición a finales del mes pasado un caso de EEB en Estados Unidos, el país está ahora intentando que los más de 20 países que suspendieron la importación de ese producto, vuelvan a comprarle carne. La secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Ann Veneman, ha declarado que su objetivo "es que el comercio se reanude tan rápidamente como sea posible".
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nnEl país que más carne compraba a Estados Unidos, Japón, recibió con frialdad la petición del país norteamericano, pero aún así tienen previsto enviar esta semana a Washington un equipo de expertos en seguridad alimentaria para evaluar la situación. Por su parte México (segundo país importador de carne estadounidense) recibirá la visita de los funcionarios norteamericanos la semana próxima para pedirle a las instituciones mexicanas que reabran sus fronteras al producto cárnico estadounidense.
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nnLas exportaciones de este producto totalizan unos 3.200 millones de dólares por año para Estados Unidos, por lo que este caso ha supuesto una caída del 10 por ciento en los precios del ganado de ese país.
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nnEl país americano, sin embargo, cuando en Canadá se descubrió el primer caso de esta enfermedad, bloqueó todas las importaciones de carne vacuna canadiense y productos vacunos. Los funcionarios de Estados Unidos reconocen que están pidiendo más flexibilidad de sus socios comerciales de la que Washington mostró en el pasado, pero afirman que los niveles internacionales han cambiado a medida que los científicos han aprendido más sobre la enfermedad de las "vacas locas "y cómo controlarla.
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nnEl Gobierno ha tomado medidas para evitar el contagio a seres humanos, como la prohibición de utilizar el ganado "deprimido", el que está demasiado enfermo o herido para caminar, en la cadena de la alimentación humana y límites adicionales al tratamiento de partes del ganado que presentan mayores riesgos de contener priones.
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