Tras la prohibición del uso de harinas de carne y hueso en la alimentación de animales, la mayor parte de los estados comunitarios han decidido aplicar ayudas a la destrucción de estas harinas y aliviar así la situación de los sectores afectados. Con el paso del tiempo, estas ayudas se van eliminando. De hecho, en España la administración dejó de subvencionar la compra de las harinas al inicio de 2002.nFrancia tamibén ha eliminado las ayudas que tiene establecidas de forma progresiva, en dos etapas. Desde el próximo 1 de octubre, se pasará de pagar 262 euros por tonelada a 123 euros. Algo similar pasará con la ayuda para la producción y almacenamiento de las harinas, pasando de 185 euros por tonelada a 36 euros. Ya en 2003 desaparecerían todas las ayudas.nDesde las asociaciones ganaderas esta eliminación de ayudas no ha sido bien recibida ya que consideran negativa la situación económica que atraviesan y que esta acción llevará a que sea el propio sector el que asuma estos costes.