Un estudio apuesta por los productos naturales en sanidad porcina frente a las enfermedades inmunodepresoras
Las normativas europeas en materia de producción cárnica cada vez miran más hacia la calidad a través de uso de productos ecológicos. Es decir, las exigencias en cuanto a la limitación de determinados componentes de origen químico fuerza a las empresas a buscar alternativas que permitan mantener la competitividad ajustándose a los requerimientos de las directivas.
Por todo esto, la sociedad agraria de transformación Las Parras, ubicada en Bordejé, Soria, ha llevado a cabo el proyecto Protección inmunitaria del ganado porcino con sustancias naturales frente a enfermedades inmunodepresoras, según informa DICyT.
La principal conclusión una vez puesto en marcha es que la introducción en los piensos de sustancias naturales, fundamentalmente proteínas con componentes como el omega 3, en sustitución de antibióticos y vacunas, no sólo mejoran el estatus sanitario de los animales, sino que incluso supone un incremento en la productividad, que es al fin y al cabo el principal objetivo del negocio.
En otras palabras, estas sustancias naturales mejoran la calidad de la carne y la producción. Esto se ha demostrado en cuanto a ganancia media diaria, es decir, lo que transforman los animales, y consumo medio diario, la cantidad de pienso que ingieren. La consecuencia es que el índice de transformación en carne es apreciable.
Raúl Labanda, gerente de la SAT Las Parras e impulsor de la iniciativa, asegura que la inclusión en la alimentación de productos naturales ha demostrado su validez en la transición y el cebo, no así en el periodo de gestación, ya que se ha detectado un mayor índice de abortos al subir el estatus sanitario, pues la madre interpreta el feto como un elemento extraño y tiende a eliminarlo.
En su día la empresa desarrolló un estudio serológico para ver en qué estado estaban las enfermedades inmunodepresoras. Añadieron estos productos unas semanas antes de que saltaran las enfermedades. Los resultados ofrecieron datos muy positivos. Algunos de ellos indican que el coste del kilo para repuesto pasó de 61 céntimos a 59, mientras que el índice de conversión, de 1’7 kilos de pienso por kilo de carne a 1’61 añadiendo sustancias naturales.
Labanda considera que “en algunos momentos se ha llegado a abusar al añadir, por ejemplo, antibióticos en los piensos por seguridad. Con este estudio, que ha ofrecido resultados palpables, se demuestra que añadir productos naturales en la alimentación de los animales es positivo para la producción y la calidad. Además, en la provincia de Soria la alimentación es especialmente buena al utilizarse materias primas nobles que se producen aquí como el trigo, la cebada, el maíz o la soja”, señala.
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