En la actualidad, Brasil es un importador de este tipo de carne y el estudio afirma que está perdiendo una oportunidad para aprovechar las áreas de pasto que tiene el país y poder así afianzar esta producción ganadera en el país. Según el informe, aún existe un largo camino por recorrer hasta que sean totalmente competitivos, pero en el caso de la venta de animales vivos, en el caso de obtener los reconocimientos sanitarios y técnicos el camino puede ser más corto.

El estudio apuesta por copiar los modelos productivos de algunos de los principales productores a nivel mundial, como es el caso de Australia, Nueva Zelanda o Uruguay. También afirma que es muy importante la sanidad animal con el fin de evitar las barreras no tarifarias y alcanzar aquellos mercados que tienen un mejor precio para este tipo de carne.

El vicepresidente de Arco, la Asociación Brasileña de Criadores de Ovino, afirma que el censo de ovino y caprino de Brasil está compuesto por 26 millones de animales. Estima además que Brasil debe fortalecerse internamente con el fin de lograr una mayor competitividad y después avanzar en los mercados extranjeros.

En el estudio, disponible en nuestra sección de Documentos, la exportación mundial de carne de ovino y caprino se concentra en Australia y Nueva Zelanda, fundamentalmente. Destaca además una reducción en el censo mundial de ovinos y caprinos de cerca del 8% en los últimos años aunque la producción cárnica se incrementó en un 27%.