Las medidas para la erradicacion de esta enfermedad animal han supuesto el sacrificio de cerca de 289.000 cabezas de ganado porcino y vacuno, según el Ministerio japonés de Agricultura, Bosques y Pesca, lo que ha supuesto la peor de las situaciones por las que ha pasado el sector ganadero japonés.

El primer caso de fiebre aftosa se comunicó el pasado 20 de abril en Tsuno y afectó a otros 11 municipios, obligando a la toma de muestras en las más de 940.000 cabezas ganaderas que se encuntran dentro de la provincia de Miyazaki.

El responsable japonés de Agricultura, Masahiko Yamada, ha manifestado que están dispuestos a ayudar a dicha región para que recupere su estatus ganadero.