En una nota, recogida por ep, el Departamento de Clara Aguilera ha indicado que de este presupuesto la mayor partida, algo más de tres millones de euros, ha sido para impulsar actividades informativas y promocionales dirigidas al consumidor final. El objetivo de esta medida es mejorar la posición en los mercados de los productos agroalimentarios amparados por denominaciones de calidad andaluzas.

Según la orden reguladora de estas ayudas, de 27 de noviembre de 2009, pueden acogerse a las mismas los consejos reguladores de denominaciones de calidad andaluzas inscritas en el Registro Comunitario, entre las cuales se encuentran Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP), Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) y Especialidades Tradicionales Garantizadas (ETG). Asimismo, pueden beneficiarse las asociaciones y federaciones de entidades asociativas agrarias y fundaciones y organizaciones empresariales que participan en programas de calidad de alimentos.

La Consejería de Agricultura y Pesca apuesta con ésta y otras medidas por la producción de alimentos con calidad diferenciada, un sector con gran representación en Andalucía ya que cuenta con más de medio centenar de denominaciones de calidad protegidas a nivel nacional. Encabezada por el sector oleícola, la lista de productos andaluces amparados por menciones de calidad es amplia e incluye desde aceitunas de mesa a alfajores y mantecados, así como jamón y vinos, entre otros alimentos. El importe restante del total de subvenciones concedidas, unos 600.000 euros, se ha distribuido a través de tres líneas destinadas, por un lado, a la constitución y puesta en marcha de consejos reguladores, por otro, al fomento de la producción de productos agrícolas de calidad y, por último, a la asistencia técnica al sector agrario.

Las primeras comprenden como subvencionables, entre otros gastos, los derivados del local, el personal técnico o administrativo y el asesoramiento contable, jurídico y laboral. Las ayudas para el fomento de la producción de productos agrícolas de calidad contemplan la subvención de estudios de mercado, métodos de garantía de la calidad y formación de personal, entre otros conceptos.

Por su parte, para facilitar asistencia técnica al sector agrario se apoyan acciones de diverso ámbito como la formación de agricultores, la organización de foros de intercambio de conocimientos entre empresas y algunos de los gastos derivados de la participación en concursos, exhibiciones y ferias.