Antich ha subrayado que, en estos momentos, "lo más importante" es ver cómo se pone en marcha la eliminación de esos residuos de los mataderos con carácter "definitivo", algo en lo que, ha garantizado, están trabajando "todas" las administraciones.

El presidente ha reconocido que el problema de la gestión de los residuos cárnicos "es una cosa que hace ocho años que está pendiente" por lo que urge una solución definitiva, que evite cuestiones como los malos olores que sufren los vecinos de la marina de Llucmajor, donde se ubica la finca de gusanos que hasta ahora trataba estos residuos.

Las opciones de futuro que se barajan actualmente, según ha detallado Antich, son un digestor, que se está estudiando y se está presupuestando, y un horno crematorio. Los cálculos del presidente balear son que "en diez o quince días" se pueda dar una respuesta definitiva de "hacia dónde vamos" y, para ello, ha asegurado que se están haciendo todas las valoraciones, los presupuestos, etc. para ver cuál es la fórmula más adecuada. "Es del todo imprescindible que le demos una solución definitiva", ha insistido el presidente balear, quien ha explicado que la Consejería de Presidencia "ya se ha sentado" con todas las instituciones, lo que ha permitido, por el momento, dar una solución provisional al tratamiento de estos residuos.