Los centros de testaje madrileños analizaron más de mil toros de razas autóctonas
El director general de Medio Ambiente, Federico Ramos, visitó el pasado 29 de agosto el centro de testaje "La Chimenea" en Aranjuez, cuando se cumplen diez años de la puesta en marcha de estos centros en la Comunidad de Madrid. Estos Centros de Transferencia Tecnológica (CTT) son utilizados por las Asociaciones de criadores de ganado bovino de razas puras de aptitud cárnica, con el objetivo de analizar a los reproductores machos y así obtener una valoración genética que ayude a aumentar la rentabilidad de las explotaciones ganaderas madrileñas. "El Gobierno regional apuesta de manera decidida por potenciar la labor del sector ganadero de nuestra región, fomentando las prácticas medioambientales que, al mismo tiempo, sean rentables en los sectores productivos", declaró Ramos.
La estancia de los animales en los centros de testaje significa que el animal va a recibir un seguimiento basado en pruebas sanitarias, pruebas de semen y atención veterinaria, al tiempo que se extraen numerosos datos sobre el consumo de pienso y el peso que gana cada ejemplar. Durante cinco meses y medio, ejemplares de un mínimo de edad de ocho meses entran en el CTT con un certificado de la explotación a la que pertenecen, son identificados por medios electrónicos y a través de un "microchip" colocado en la oreja del animal, es posible determinar electrónicamente el alimento que ingieren, la frecuencia y el aumento de peso, entre otros parámetros.
En la Comunidad de Madrid, las explotaciones ganaderas de animales de especie bovina dedicadas a la producción de carne se sitúan fundamentalmente en el noroeste de la región, concretamente en la Sierra Norte, Cuenca del Manzanares y Sierra del Guadarrama. En esta última zona geográfica, sus explotaciones ganaderas han obtenido la Indicación Geográfica Protegida (IGP) "Carne de la Sierra del Guadarrama". La ganadería es uno de los usos tradicionales que el Gobierno regional pretende preservar con la creación del Parque Nacional del Guadarrama, que protegerá 101.000 hectáreas de la sierra de las que 55.000 carecían hasta el momento de alguna figura de protección. El Ejecutivo regional destina anualmente más de 500.000 euros a la recuperación de las razas de ganado bovino, ovino y caprino en peligro de extinción, una línea de ayudas destinadas a los ganaderos que crían estas razas y a las asociaciones que contribuyen a su mantenimiento con la elaboración de estudios y la organización de certámenes ganaderos. Actualmente, la raza limusín es la más representativa de cuantas razas integradas españolas existen, con 28 ganaderías en la región y 1.126 hembras inscritas en el Libro Genealógico.
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