El pleno de la institución ha aprobado por unanimidad sendas mociones de UM y el PP en este sentido, aunque la consejera de Medio Ambiente, Marilena Tugores, ha advertido de que la "solución definitiva" no será posible "antes de un año" y ha recordado que el Gobierno ya ha puesto en marcha de forma provisional un sistema de traslados de despojos a una planta "digestora" de Lleida.

El líder del PP en el Consell, Jaume Font, le ha replicado que hay fórmulas para que "antes de Navidad" esté resuelto el problema generado por la saturación de la planta de producción de compost a partir de residuos cárnicos de Llucmajor y ha pedido a Tugores que venza sus prejuicios contra la incineración en favor de una solución rápida y efectiva.

En la misma línea se ha manifestado el representante de UM y ex consejero balear de Medio Ambiente, Miquel Àngel Grimalt, quien también ha coincidido con el portavoz del PP en que sea cual sea la fórmula de eliminación de despojos escogida, el sobrecoste que suponga no puede cargarse sobre los productores ni sobre los mataderos sino que tendrán que asumirlo las instituciones.

Tugores ha recordado que las alternativas a estudio son construir un digestor o una planta de biogás o el secado de los residuos cárnicos antes de ser incinerados, ha considerado "inasumible" el coste de la construcción de un horno específico y ha dicho que para amortizar un digestor la tasa por tonelada superaría en mucho los 80 euros que, como máximo, podrían pagar los productores.

El consejero del PSOE, Miquel Ramon, ha recordado que la falta de un sistema adecuado para eliminar estos residuos es un problema antiguo y ha sugerido que algunos mataderos se deshacen de los despojos de forma ilegal, mientras que la portavoz del Bloc, Joana Lluïsa Mascaró, ha pedido mesura a la hora de proponer subvenciones, porque "el dinero no cae del cielo, lo pagan los ciudadanos".