En el Congreso de los Agricultores Europeos 2010, celebrado el 5 de octubre en Bruselas, el Copa-Cogeca ha instado a la UE a garantizar la existencia de un sector agroalimentario competitivo en Europa y de una Política Agrícola Común (PAC) sólida después de 2013, centrada en el papel económico de los agricultores europeos a la hora de proporcionar alimentos y servicios. Frente a la caída de la renta agrícola comunitaria, se deben aportar importantes mejoras al funcionamiento de la cadena alimentaria de la UE, de manera que los agricultores y sus cooperativas puedan obtener una mejor recompensa del mercado.

Durante su intervención el presidente del Copa, Padraig Walshe, ha señalado que "las rentas agrícolas de la UE cayeron el año pasado cerca de un 12% y en la actualidad alcanzan, de media, menos del 50% de la renta media de la Unión. Por otra parte, la FAO espera que la demanda mundial de alimentos se duplique de aquí a 2050.

Además, el comisario europeo de Comercio tiene la determinación de conseguir un acuerdo para la liberalización del comercio con el bloque comercial latinoamericano Mercosur; acuerdo que tendría consecuencias devastadoras para sectores europeos como la carne de vacuno, de ave y de porcino, el etanol y las frutas y hortalizas. Ello pondría en peligro más de 28 millones de empleos en las zonas rurales de la UE. Asimismo, pondría en jaque las normas exigentes que aquí se aplican en materia de seguridad alimentaria, puesto que las importaciones no están sujetas a estos mismos requisitos.

Para garantizar un abastecimiento alimentario seguro y constante a los 500 millones de consumidores de la UE, la futura PAC debe centrarse en el papel económico desempeñado por el agricultor empresario mediante la producción de alimentos. Por consiguiente, la Comisión Europea debe garantizar el mantenimiento de todos los instrumentos de que disponemos para gestionar el mercado adecuadamente, así como de los pagos directos, destinados a los agricultores en activo. Se deben movilizar los fondos comunes suficientes para financiar una PAC sólida. Sin las ayudas necesarias, la producción agrícola de la UE seguirá reduciéndose, provocando a su vez un fuerte incremento de los precios al consumo de los alimentos. El presupuesto de la PAC representa únicamente el 0,4% del PIB. Sin la PAC, los consumidores dependerán cada vez más de las importaciones de alimentos, sin ningún tipo de control en cuanto al modo de producción, el precio o la disponibilidad de dichos productos”.

El presidente de la Cogeca, Paolo Bruni, ha declarado que "deben aportarse mejoras de gran calado para garantizar un mejor funcionamiento de la cadena alimentaria. Los agricultores y sus cooperativas deben obtener una proporción más justa del precio de venta de la distribución".