Durante su intervención, la ministra ha destacado que en esta nueva etapa este organismo “apoyará la innovación empresarial y ofrecerá un servicio de carácter integral que incluye la financiación, el asesoramiento tecnológico-sectorial, la identificación de ideas, la búsqueda de potenciales socios nacionales e internacionales y también de potenciales fuentes de financiación complementarias para los proyectos”.

Según Garmendia, “hoy no podemos concebir nuestra recuperación económica sin una apuesta inequívoca y urgente por la internacionalización y la innovación”. Una apuesta, ha añadido, que desde el gobierno de España, se ha venido produciendo desde 2004 y que ha dejado huellas tan contundentes como el crecimiento que ha experimentado la financiación directa del CDTI en los últimos años, que ha llegado a casi cuadruplicar sus recursos pasando de 368 millones de euros en 2004 hasta 1.251 millones en 2009.

La titular de Ciencia e Innovación ha subrayado que en una situación económica compleja en la que se exigen sacrificios importantes, “el Gobierno ha excluido a la I+D de las exigentes medidas de austeridad que se exigen a todas las administraciones”. Esto ha permitido que el ministerio cuente con un presupuesto, en el proyecto de ley para 2011, incluso mayor que el que figuraba en el proyecto remitido a las Cortes el pasado año. Lo que permite mantener los niveles de inversión actuales vinculados al Plan Nacional de I+D+i y a la Estrategia Estatal de Innovación.

El Ministerio de Ciencia e Innovación ha desarrollado la Estrategia Estatal de Innovación (e2i) que tiene como finalidad convertir a España, en 2015, en el noveno país en el ranking mundial de la innovación. Los objetivos que se pretenden alcanzar se concretan en la necesidad de movilizar del orden de 6.000 millones de euros de inversión privada en I+D (1,9% del PIB), en duplicar el perímetro de empresas innovadoras, incorporando 40.000 empresas más, y en generar 500.000 empleos nuevos en compañías de alta y media tecnología.