Una dieta con menor contenido de proteínas ayuda a reducir el nitrógeno de las deyecciones ganaderas de porcino
Dadas las mejoras en la nutrición del ganado porcino y en las tecnologías de producción y suministro del pienso, el DAR ha modificado determinados criterios en relación a la aplicación de los niveles de reducción en la excreción de nitrógeno del ganado porcino mediante la mejora de la alimentación. Así queda patente en la Orden AAR/506/2010 publicada en el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC). El objetivo es reducir de forma significativa la cantidad total de nitrógeno excretado en relación con los niveles de referencia.
En concreto, la Orden publicada concreta y desarrolla lo que se conoce como nivel 3 de reducción de nitrógeno mediante la alimentación en ganado porcino, diferenciando dos subniveles en función del porcentaje de reducción a alcanzar. En el nivel 3 las reducciones se determinan mediante una sencilla metodología de cálculo, y es admisible para reducciones de hasta el 18% de los valores de referencia.
Esto, en la práctica, implica que la granja que se acoja verá reducida de un 18% la base agrícola necesaria para aplicar sus deyecciones. Para lo que respecta al nivel 3b, que engloba las reducciones superiores al 18%, será necesario presentar estudios específicos que demuestren que es alcanzable en condiciones de explotación comercial. Estos estudios van a cargo de la empresa fabricante de piensos, y deben incluir tomas de muestras y controles llevados a cabo por entidades independientes.
Las cantidades de nitrógeno que aportan al suelo mediante la aplicación de deyecciones ganaderas vienen establecidas por el Decreto 136/2009, de aprobación del programa de actuación aplicable a las zonas vulnerables en relación con la contaminación de nitratos que proceden de fuentes agrarias y de gestión de las deyecciones ganaderas.
Sin embargo, el mismo Decreto permite considerar reducciones en las cantidades de nitrógeno excretado por el ganado en caso de que se utilicen determinadas mejoras en la alimentación, siempre que el titular de la explotación lo justifique adecuadamente.
Así, una mejora en la nutrición, en las tecnologías aplicadas y en el manejo de la alimentación del ganado porcino en cada estadio productivo, hacen posible que la cantidad total de nitrógeno excretado se reduzca significativamente en relación con los niveles de referencia. Esta iniciativa pionero permite destinar menos hectáreas para una correcta gestión de las deyecciones ganaderas, favorece una mayor preservación del medio.
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