La EFSA publicó orientaciones para los informes sobre los posibles problemas ambientales de un organismo genéticamente modificado (OGM) que deben presentar los que solicitan la aprobación de uno de estos productos.

La importancia de las directrices de la EFSA radica en que esta agencia, con sede en Parma (Italia), es la encargada de emitir el dictamen científico sobre los expedientes de transgénicos, un paso previo que condiciona las propuestas de autorización por parte de las instituciones de la UE. Los expertos de la EFSA dictaminaron que los solicitantes de un permiso de ese tipo deberán preparar informes más detallados.

En esos estudios, según esta agencia, deberán examinar, entre otros factores, la capacidad "invasora" de la planta OGM, los cambios en la composición del suelo y el potencial impacto de su cultivo, también a largo plazo.

La Comisión Europea (CE) había pedido en 2008 a la EFSA que actualizara sus directrices sobre los análisis de riesgo de los OGM. La CE señaló, en relación al informe, que "tomará nota" y que en consecuencia iniciará un diálogo con los Estados miembros "sobre las reglas acerca del impacto ambiental de los OGM".