Esta celebración, que tiene lugar el 16 de noviembre y en la que se sacrifican miles de corderos, supone un incremento puntual de la demanda de este tipo de carne, por lo que el gobierno catalán realizará una serie de acciones para hacer compatible el ejercicio de la festividad con el cumplimiento de la normativa en materia de alimentación.

Para ello, la Generalitat ha entregado trípticos informativos a la comunidad islámica y ha recordado a los Ayuntamientos la reglamentación vigente. También movilizará a los veterinarios de la Agencia de Protección de Salud y del Departamento de Agricultura, Alimentación y Acción Rural, así como a agentes de los Mossos d'Esquadra.

La Generalitat prevé que, de los 22 mataderos existentes en la provincia de Girona dedicados al ganado ovino, trece tengan actividad durante dicho día, y ocho han solicitado una ampliación del horario de sacrificio.

El delegado del gobierno catalán en Girona, Jordi Martinoy, ha enviado una carta a todos los alcaldes de la provincia para informarles de la celebración de la fiesta y de los mecanismos reguladores del sacrificio de animales.