La mayor parte de los alimentos procesados llevan sal añadida al ser un ingrediente necesario tanto para su elaboración como para conseguir el gusto deseado. La demanda de los consumidores de alimentos más sanos y naturales, con gustos menos manipulados, obliga a fabricantes y tecnólogos de alimentos a revisar y reformular sus productos.

Ignasi Pons, responsable del Departamento Técnico de la FECIC, comenta que "es importante que haya una coordinación a nivel europeo en las políticas de mejora de los perfiles nutricionales para evitar que no sean efectivas". Añade que "todos los países europeos deberían estar en igualdad de condiciones respecto a este tema para no entrar en un conflicto comercial, ya que las ventas de productos nacionales que respeten estos nuevos perfiles nutricionales podrían verse afectadas por la importación de productos europeos, que aún no tienen este compromiso adquirido".

Esta realidad, que mezcla las exigencias de la Administración con las corrientes nutricionales actuales, ha llevado a que los fabricantes del sector cárnico tengan que trabajar para mejorar la composición de sus productos y ajustarse así a la normativa que regula las propiedades nutricionales y saludables de los alimentos.

Conscientes de esta nueva realidad, desde Fecic se asesora e informa a las empresas tanto de la normativa a cumplir como de los procesos que pueden seguir para disminuir el contenido de la sal a sus productos y lo hace a través de jornadas donde expertos de los centros de investigación explican las opciones que tienen.

Estas sesiones se enmarcan dentro de las acciones de responsabilidad social del Plan Sectorial 2010-2014 de la FECIC.