Los biochips tienen un gran potencial en la detección de contaminantes alimentarios
Los biochips son sistemas de análisis multianalítico que consisten en sondas de reconocimiento unidas a una superficie sólida o matriz. Este sistema se pone en contacto con la muestra que se estudiará y permite el análisis simultáneo de miles de moléculas con una sensibilidad muy elevada y gran fiabilidad. El análisis de alimentos mediante biochips, al igual que en otros campos de aplicación, supone numerosas ventajas frente a otros sistemas de análisis convencionales, como el análisis múltiple a escala de producción, disminuye el tiempo de análisis, automatiza el sistema, al ser de tamaño pequeño, es fácil de transportar, permite reducir gastos generados por el uso de reactivos y además, aporta gran fiabilidad y precisión.
Sin embargo, este sistema biotecnológico tiene algunas desventajas, la principal de ellas es la inversión inicial del sistema, además del desarrollo y puesta a punto de cada biochip junto a la necesidad de personal entrenado en su uso.
Por su utilidad científica y su potencial dentro del sector, el desarrollo y aplicación de biochips en la detección de contaminantes alimentarios es un campo que interesa al área de Sistemas de Detección de la Unidad de Investigación Alimentaria de AZTI-Tecnalia, centro tecnológico especializado en la investigación relacionada con los alimentos. Aunque sus aplicaciones en diferentes campos, sobre todo salud y farmacia, son diversas, en lo que respecta al ámbito de la seguridad alimentaria y, según explican desde la entidad, "el uso de biochips se ha centrado sobre todo en tres puntos: la detección de microorganismos patógenos y de residuos de antibióticos en alimentos y la identificación de especies".
Compartir esta noticia en: LinkedIn Twitter Facebook |