Los productores europeos se comprometen a poner fin a la castración de cerdos
La práctica quirúrgica se hace para evitar comportamientos agresivos de los cerdos o para impedir determinados olores o sabores, que se producen al cocinar alimentos derivados del cerdo macho sin castrar. Sin embargo, la castración ha suscitado preocupaciones sobre el bienestar del animal y por este motivo, un conjunto de organizaciones firmó una declaración escrita para establecer que la capadura deje de efectuarse "de forma gradual", de aquí a 2018.
El sector se comprometió, como primer paso, a que desde el 1 de enero de 2012, se suministre anestesia o analgésicos de forma prolongada a los cerdos que vayan a ser castrados. Además, dentro de la UE existen ya otras alternativas a esa práctica, según fuentes de la Comisión Europea (CE).
El problema de poner fin a la castración quirúrgica está en que se practica en animales utilizados para muchos alimentos o variedades regionales, como la carne de cerdo que cuenta con el registro de Especialidad Tradicional Garantizada (ETG) o con Denominaciones de Origen Protegida (DOP).
El secretario general del Copa-Cogeca, Pekka Pesonnen, manifestó, en un comunicado, que el compromiso de las organizaciones implicadas es "voluntario" y está pendiente de que se respeten condiciones científicas y económicas.
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