Para ellos es un "error" la política de las administraciones de apoyar la producción de corderos criados de forma artificial, lo que ha hecho que muchos pastores vascos que utilizan métodos tradicionales se encuentren "desprotegidos" y no puedan diferenciar sus productos.

También han criticado que el "seguidismo" por parte de las instituciones vascas de legislaciones aprobadas para defender los intereses de "lobbys" han llevado a que el cordero lechal sea concebido como "un producto a granel". Han señalado que, en muchos casos, el consumidor paga un precio "elevado" por este producto y es "engañado" con la venta de cordero lechal, que ha sido criado de forma artificial.