Varias han sido las causas por las cuales ahora los argentinos y brasileños consumen más carne de pollo y porcino que de bovino, tal y como recoge el portal especializado Carnetec.com. En el caso de Argentina, la situación de la industria ha sido crítica en los últimos años, para iniciar con la baja en el inventario ganadero causada por sequías y el exceso de faena de vientres. Otras causas alternas como la crisis económica global han resultado en un encarecimiento de la carne y el consumidor ha tenido que optar por fuentes más económicas de proteína. Sus vecinos uruguayos, en cambio, alcanzaron en 2010 el récord mundial de consumo de carne de bovino. Alejandro Rollán, del periódico argentino “La Voz del Interior”, publica que en 2010 la producción de pollo en Argentina aumentó 8.5% mientras que la de bovino se contrajo en más de 20%. En cuanto a faena, la de pollo alcanzó en un récord de 1.7 millones de toneladas, mientras que la de bovino llegó a 2.7 millones de toneladas, la misma alcanzada en 1997, mientras que el inventario ganadero registrado es similar al de 2005. Rollán expresa además que “los frigoríficos exportadores… no dudan en afirmar que 2010 fue el pero año de trabajo de los últimos tiempos” para la industria de la carne en Argentina. Actualmente cada argentino consume alrededor de 37 kilos de carne de pollo al año, y los avicultores prevén que en siete años más ese consumo llegue a 44 kilos, según Rollán. Algo similar sucede en Brasil, en donde, según una nota del periódico local “Folha de São Paulo” cita datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) respecto a los incrementos de precios de la carne. De enero a diciembre de 2010 el precio de la carne de bovino en el mercado doméstico aumentó un poco más de 30%, por lo que los consumidores optaron por carne de pollo y porcino, lo cual hacia finales del año también provocó un aumento en los precios de estos dos tipos de carne debido a la alta demanda, mas éstos, aunque importantes, no fueron tan marcados como para la carne de bovino. Los datos de IBGE publicados por “Folha de São Paulo” indican un aumento de casi 15% para la carne de pollo y un poco más de 18% para la carne de porcino. En Argentina también aumentó el consumo de carne de porcino, según Rollán, y aunque fue solo de 700 gramos per capita, el consumo de este tipo de carne promedió los 9.2 kilos en 2010, los cuales se dividen en 7.5 kilos de carne fresca y 1.7 kilos de productos procesados de porcino. Algo interesante que Rollán comenta en su nota es que este aumento motivó a la industria a importar carne de porcino, ya que la producción del país solo alcanzó a abastecer la demanda de cortes frescos. Rollán cita a la Asociación Argentina de Productores de Cerdo diciendo que “en los más de 80 años que hay de estadísticas en el sector, el actual será el de mayor rentabilidad de la historia”.