Por ello, se propone que el Real Decreto Lácteo que actualmente se discute en el Ministerio, incluya «la obligatoriedad de que todas las transacciones de leche de oveja y leche de cabra se realicen mediante contrato, con al menos fijación de precios de entrega o una indexación de precios para la leche de oveja y cabra. El Consorcio de Promoción del Ovino, con sede en Villalpando, incide especialmente en la consolidación del precio leche oveja /leche de cabra en Francia; precio venta al público de quesos de oveja, cabra y mezcla; productos industriales (grasa, proteínas, leche en polvo, etc); y precio de las materias primas de alimentación animal (soja, avena, maíz, algodón, cebada, pulpa, alfalfa, girasol).

Se propone igualmente la fijación de cantidades de entrega, de tal manera que «el volumen previsto para los meses de diciembre a mayo deberá conocerse en el mes de octubre, mientras que el volumen de entregas para los meses de julio a noviembre deberá conocerse en el mes de mayo». Y la fijación de un «periodo de garantía de 6 meses, de diciembre a mayo y de junio a noviembre, con un preaviso de 4 meses para cualquier circunstancia que sea contraria al acuerdo inicial».

Otra de las preocupación del Consorcio de Promoción del Ovino es la identificación del origen de quesos «con el fin de combatir el intrusismo derivado de importaciones, que no responden a los gustos ni expectativas de los consumidores, y cuyo control de calidad debería estar tan vigilado como el de los quesos del mercado nacional». En este sentido «es obligado vincular lo producido con lo transformado a través de sistemas de trazabilidad que identifiquen al primer productor y al primer comprador».

Los productores demandan también un «apoyo decidido por parte de las instituciones al modelo cooperativo de integración, respetuoso con unas buenas prácticas comerciales, otorgando el tratamiento de sector estratégico a la ganadería que permita acciones efectivas y rápidas en apoyo del sector en momentos de crisis como los actuales».