Según Nelson, los precios altos en los piensos y materias primas para alimentación animal se mantendrán y destacó que Brasil será uno de los principales beneficiados por esto pese a que entre 2010 y 2011 solo ha incrementado en un 1% la superficie cultivada. Los costes de producción, el precio de los fertilizantes y de la tierra así como el comportamiento de los tipos de cambio serán las razones que han impedido el crecimiento más rápido de la producción de cereales en Brasil.

Respecto al sector cárnico, Nelson destacó que JBS, Tyson y Smithfield son los principales productores a nivel mundial pero están viendo de cerca la competencia de otras empresas brasileñas (caso de Marfrig y Brasil Foods) y de operadores en otros países emergentes como pueden ser Zhongpin en China o Cherkizovo en Rusia. Sobre este último país, Nelson estima que podría ser autosuficiente en cuanto a la producción de carne en un 85% durante 2015 y alcanzar el 95% en 2020 lo que obligará a los países exportadores de carne a buscar nuevos mercados.

El mercado chino fue otro de los puntos fundamentales de su análisis. En este país asiático se cría la mitad del ganado porcino de todo el mundo lo que puede suponer problemas de abastecimiento de cereales lo que les obligará a importar grandes cantidades en el futuro. Vaticinó que quizás en el futuro China pueda enfrentarse a problemas de sanidad animal como los que está viviendo Corea del Sur con brotes de fiebre aftosa.