Dicha Orden modifica así la de abril del año 2001 que establece el sistema de identificación y registro de la especie bovina en Cantabria, y que estipulaba que las marcas auriculares asignadas a la explotación se colocarán por los veterinarios autorizados en identificación animal.

Según señala la nueva Orden, ahora las marcas auriculares asignadas a la explotación se colocarán en los animales, tanto por los veterinarios autorizados en identificación animal como por el titular de la explotación o por el responsable de los animales.

El plazo para ello no varía, y seguirá siendo de un máximo de catorce días hábiles desde el nacimiento y en todo caso, antes de que el animal salga de la explotación, sin perjuicio de las ampliaciones establecidas en la Decisión de la Comisión Europea, por la que se prorroga el plazo previsto para la colocación de las marcas auriculares a determinados animales de la cabaña bovina española.

Según se explica en la Orden, este cambio obedece a las peticiones del sector, a los ajustes presupuestarios y a la necesaria economía de medios, todo lo cual "hace conveniente implicar de manera más directa al ganadero en las labores de identificación animal".

Todo ello, dada la exigencia legal de proceder a la correcta identificación de la cabaña bovina que asegure el control de la traza del movimiento y la necesidad de disponer de datos fiables para realizar la campaña de saneamiento ganadero y tramitar con rigor las ayudas comunitarias a la producción, concedidas a través del FEAGA, y otras concedidas por la Administración Central o la propia Comunidad Autónoma de Cantabria. Así, en la región, en todos los animales bovinos nacidos a partir de del 1 de julio las marcas auriculares asignadas a la explotación se colocarán por los veterinarios autorizados en identificación animal o por el titular de la explotación o por el responsable de los animales.