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Estados Unidos se une a Brasil en la demanda ante la OCM contra la UE por las importaciones de carne de pollo

Las autoridades brasileñas han informado que los Estados Unidos apoyarán su demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), como parte tercera, en la que acusan a la UE de realizar cambios en las especificaciones técnicas de la carne de pollo en salazón para establecer barreras comerciales. Lógicamente, este apoyo norteamericano no es desinteresado. Al ser Estados Unidos uno de los mayores exportadores del mundo quieren evitar problemas de restricción de ventas por cambios en las exigencias técnicas de los productos.
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nEl conflicto surge cuando Bruselas decide aumentar de un 1,2% a un 1,9% el contenido mínimo de sal de la carne de pollo en salazón. Esta modificación implica que las pechugas de pollo en salazón que habitualmente venía exportando Brasil hacia la UE cambian de clasificación y en lugar de tener que pagar un arancel reducido de un 15,4% tienen que pagar desde ahora uno del 75%. Brasil, que hace algunos días presentó la demanda ante la OMC, cuestiona que un cambio en la especificación técnica de un producto no puede ser utilizado para restringir el comercio. Con el nuevo sistema, las carnes brasileñas tendrán que pagar más arancel y entrarán a precios menos competitivos, que en opinión de las autoridades brasileñas es lo que busca Bruselas para proteger la producción comunitaria.
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nLa Asociación brasileña de Empresas Exportadoras de Pollo considera que esta medida tendrá impacto sobre las exportaciones brasileñas que se realicen a partir del próximo año. En opinión de la Asociación, en lo que queda de año no habrá prácticamente exportaciones, ya que los importadores de la UE, sabedores de que se iba a producir esta situación, adelantaron sus pedidos. Asimismo, la Asociación ha precisado que la decisión comunitaria no tenía el apoyo unánime de todos los países, dado que Alemania y el Reino Unido se oponían a ella, mientras que Francia e Italia eran los que más a favor estaban. Esta situación no deja de ser lógica, si se tiene en cuenta que prácticamente la totalidad de las 143.000 t de carne de pollo en salazón procedente de Brasil que entraron en la UE en el año 2001, fue adquirida por Alemania, el Reino Unido y Holanda.n
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