El Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó un 0,7% en el mes de julio con respecto al mes anterior y elevó dos décimas su tasa interanual, situándose en el -0,6%, como consecuencia del encarecimiento de los alimentos y bebidas no alcohólicas, según los datos definitivos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Así, el IPC interanual suma tres meses consecutivos de aumentos después de haberse incrementado una décima en mayo y dos décimas en junio. Con el dato de julio, el IPC interanual encadena  siete meses de tasas negativas después de arrancar el año en el -0,3%.

La inflación subyacente, que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados, aumentó una décima en julio, hasta el 0,7%, al tiempo que el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa anual en el -0,7%, dos décimas más que en junio.

El repunte de la tasa interanual del IPC de julio se debe, principalmente, al comportamiento de los alimentos y bebidas no alcohólicas, que elevó su tasa un punto respecto a junio, hasta el 2,5%, por la subida de los precios de las frutas frescas y las legumbres y hortalizas frescas, que bajaron hace un año. A ellos se suma además, el aumento de los precios del pescado fresco, en menor medida frente a la estabilidad registrada en 2015.

En términos mensuales, el IPC retrocedió un 0,7% en julio respecto al mes anterior. El INE atribuye esta evolución a la bajada de los precios del vestido y calzado, con una tasa del -12,8%, por la temporada de rebajas, del transporte, cuya variación es del -0,6%, por la disminución de los precios de los carburantes y lubricantes, y del menaje, con un descenso del 0,8%, debido a las bajas de precios en artículos textiles para el hogar y los muebles.