La industria cárnica de EE.UU., representada por el National Meat Institute (NAMI) ha presentado una serie de comentarios en torno a la guía orientativa y voluntaria elaborada por la FDA en torno a la reducción del contenido de sal alimentos preparados, envasados y procesados.

Según el NAMI, los objetivos que se marca esta guía aún son prematuros y ha hecho hincapié en la importancia de tener en cuenta todas las pruebas científicas, incluyendo las más recientes que tienen una gran calidad, respecto a la ingesta de sal diaria, antes de iniciar un programa de reducción generalizada.

En los cometarios de NAMI también se detallan las consecuencias no deseadas que pueden resultar de la aplicación de esta guía orientativa. NAMI ha querido incidir en el papel que el sodio juega en la conservación de la seguridad alimentaria de los productos además de las cualidades organolépticas de los productos.

NAMI tampoco está de acuerdo en la categorización que se realiza de los productos cárnicos procesados e insta a la reevaluación de las categorías y la reducción del sodio en ellas.