Una de las conclusiones del estudio Alimentación y bebidas: tendencias 2016 elaborado por la consultora KPMG destaca la influencia que a corto y medio plazo va a llegar a tener el brexit en la evolución del sector agroalimentario español. Con los datos de la SecretarÍa de Estado d e Comercio, la exportación de alimentos y bebidas a Reino Unido sumó 3.524 millones de euros en 2015.

De esta cifra, la mayoría corresponde a frutas y hortalizas con el 57% del total mientras que en el caso de los proudctos cárnicos suponen apenas el 7,3% con un valor de 258,87 millones de euros. Pese a su escaso valor cabe destacar que en la última década este se ha incrementado en un 202,6%.

Con la depreciación de la libra, fenómeno que ya se ha iniciado, podría llegar una caída de la confianza y del gasto de los consumidores. También se podría llegar a un incremento del precio final de los productos. KPMG pone como ejemplo la carne de cerdo ya que el 40% procede de fuera de la UE y al tener que aplicarse aranceles incrementará su precio.

Ante estas circunstancias se espera que las exportaciones a este destino sufran una reducción en los márgenes comerciales ante la aplicación de los aranceles. Además también se podría dar la circunstancia de darse una mayor competencia en el mercado nacional ya que productores internacionales podrían redirigir sus esfuerzos exportadores hacia el mercado español ante las dificultades en el británico.

Evidentemente también ocasionará una renegociación en las condiciones comerciales de los acuerdos ya establecimos entre empresas españolas y británicas y también obligará a adaptarse a la nueva regulación comercial que podría implicar obtener licencias de exportación y el cumplimiento de nuevos estándares.