DAVID BARREIRO - EUROCARNE

Durante una comida para la prensa hace ya algunos meses con motivo de la presentación de una feria alimentaria, pude observar de primera mano que comer es, sobre todo, enfrentarse al pasado. Así, mientras que para mí aquel “timbal de cordero sobre lecho de amapolas” no era más que un engolado alejandrino, para el colega sentado a mi izquierda, vestido de gala para la ocasión con un traje viejo que había vivido algunas bodas y mucho armario, era algo muy diferente, que expresó con un alto grado de humor y cierta nostalgia. “Huele a Navidad”, dijo, frase que dio pie a que los sentados a la mesa redonda y amantelada recordáramos con melancolía los ágapes de las fiestas navideñas, todos esos platos en los que uno no sabe si lo que le sabe mejor es la salsa de ciruelas, el puré de manzana o el regreso al hogar.

El citado compañero trató de convencernos de que nadie asaba el cordero como su abuela mientras una fotógrafa insistía en que la sopa de marisco de su madre era algo así como darle lametazos a un farallón del Atlántico y yo defendí con ahínco el cabritu que mi padre pone sobre la mesa cada noche del 24 de diciembre y del que no quedan ni los huesos. Unos y otros no ocultábamos que para tan señaladas fechas se tiraban las casas por las ventanas no sólo con las mejores viandas posibles, sino también con el denuedo y la destreza ante el horno o la sartén que la ocasión requería.

De vuelta a casa, azuzado por el vino de la comida y los recuerdos, me dio por pensar cómo será esa conversación dentro de unos años, cuando mi familia esté a expensas de mi torpeza ante los fogones y no pude otra cosa que pensar en la externalización de este servicio para no obligar al resto a sufrir más que mi tormento con la cucharilla, la botella de anís y mi desafinada interpretación de los más populares villancicos.

Algo así ha pensado la industria alimentaria en los últimos años que, a la extensa gama de platos preparados que sitúa en el lineal, ha incorporado unos de categoría premium destinados a ocasiones especiales en las que por falta de tiempo, pericia o voluntad, nadie quiere tomar la responsabilidad de alimentar y, sobre todo, dar placer gustativo al resto.

El consumo de platos preparados en España ha crecido progresivamente debido a diversos factores como  la incorporación definitiva (y necesaria) de la mujer al mercado laboral, la escasez de tiempo para cocinar y los menores conocimientos culinarios, si bien, a este respecto, la gastronomía es una moda en la actualidad –con programas de televisión en prime time incluidos– y está por ver si tendrá influencia en los datos de los próximos años. Lo que sí es evidente es que, en los últimos años, ha aumentado el consumo de productos de IV y V Gama. Según las cifras del Panel de Consumo Alimentario 2015 del Magrama, en el último año los platos preparados, al igual que en los anteriores, han continuado ganando presencia en el hogar (+4,1%), de igual modo que ha crecido la categoría en términos de valor  en un  3,7%.  El  precio  medio  de  platos  preparados cerró  en  4,11 €/kg,  sin  variación  respecto del año 2014.  

En la mayoría de los casos, el consumo de platos preparados responde a una necesidad diaria en los hogares más jóvenes, pero en ocasiones esta tendencia se está desplazando hacia su consumo en ocasiones especiales, como es el caso de las fiestas navideñas, y la industria alimentaria ofrece para ello soluciones premium que satisfacen la demanda de practicidad y de calidad de los consumidores.

Historia de un capón

La pionera en este apartado ha sido sin duda Cascajares y su ya célebres capones, que pasarán a la historia reciente del sector cárnico por haber conseguido que fueran en su día plato principal en la boda de los actuales reyes de España. Desde entonces, han ampliado su gama de productos tanto en España como en el mercado norteamericano –cuentan con una fábrica en Canadá–, pero desde la empresa destacan que “siempre hemos apostado por el capón como nuestro producto estrella, especialmente para la época de Navidad. Antiguamente era un producto muy festivo y el protagonista de los mejores eventos familiares. Desde el año 2004 estamos intentando que recupere ese protagonismo en nuestras mesas navideñas. Lo elaboramos relleno de foie, orejones de albaricoque y piñones, acompañado de una salsa de albaricoque. Hacemos una producción exclusiva de 20.000 unidades y se agotan antes de Nochebuena. Igual que la Pularda trufada, que cada vez va introduciéndose más como alternativa a las cenas tradicionales.” Sin duda, se trata de recetas elaboradas con cuidado y esmero, lejos de la imagen que en muchas ocasiones tienen los consumidores de los platos preparados que suelen ser un recurso ante la escasez de tiempo. En este aspecto, desde Cascajares señalan que lo que caracteriza a sus productos es “la calidad, por descontado, la materia prima es inmejorable y luego lo elaboramos con los mejores ingredientes. Pero a esa calidad les acompaña la comodidad y la facilidad de elaboración, algo que en Navidad la gente valora mucho. Todos queremos disfrutar de nuestro tiempo libre y no queremos pasarnos la tarde de Nochebuena en la cocina”.

Pero Cascajares no es la única empresa que oferta productos de calidad pensados para ocasiones especiales como las fiestas navideñas. Recientemente, Gourmet, S.A., ha presentado sus nuevos Asados Rellenos de La Cuina, que desde la compañía consideran ideales para consumir en Navidad, tanto los formatos de 300 g y los loncheados de 150 g para el libre servicio como los de 2,2 kg para la línea de corte. Se trata de una gama amplia, con más de quince referencias de asados con los rellenos más clásicos, con frutos secos y especiado tradicional, como otros más innovadores, con mousse de pato, brandy o el lomo a las finas hierbas.

El factor tecnológico

Una variable esencial para comprender el despegue de los platos preparados, y en particular el de los ofertados para las fiestas navideñas, es el desarrollo tecnológico necesario para su elaboración y conservación. A este respecto, desde Cascajares apuntan que “cuando empezamos sabíamos que había que elaborar un producto de muchísima calidad listo para calentar y hacérselo llegar a la gente. Son asados refrigerados y el miedo a que perdiera la cadena de frío ha sido un punto importante para muchas personas”. Para ello, lo que hacen es garantizar el mejor transporte frío posible, el más rápido –menos de 24 en tránsito– y además acompañan el asado con un gel frío que mantiene la temperatura del producto durante 72 horas en caso de que se rompa la cadena de frío.

Desde Gourmet, S.A. señalan que “nuestras actuales instalaciones nos han permitido desarrollar esta nueva línea de asados rellenos tradicionales de La Cuina y únicamente hemos tenido que hacer inversiones en la sección de horneado para comenzar. Si las previsiones se cumplen, es seguro que deberemos realizar inversiones futuras en maquinaria y líneas de producción.

Moralejo Selección ha aportado la innovación de su gama “Asado fácil” en la que ofrecen piezas de cordero frescas ya condimentadas y que se presentan envadadas al vacío para que el consumidor tan sólo tenga que introducirlas al horno para su cocinado.

La previsión es que este tipo de productos vaya en aumento por razones sociológicas y tecnológicas. Las empresas que ya tienen este tipo de platos preparados en el mercado apuestan por seguir aumentado su oferta como es el caso de Cascajares, que este mismo año ha sacado sacado un nuevo Pato relleno de setas y castañas, que se une a los clásicos Capones y Pulardas. Además venden corderos, cochinillos, pavos y jarretones de ternera. En la actualidad, están trabajando en nuevos productos, sobre todo segundos platos, aunque también algún primero.

Por su parte, Gourmet, S.A., tiene previsto ampliar la gama de asados tanto en formatos como en nuevos sabores, manteniendo siempre la filosofía del empleo de materias primas nobles y del cocinado al estilo tradicional, que les dote de sabor y naturalidad.

En resumen, a medida que se acerca la Navidad, comienzan a llegar a los hogares alimentos ya preparados de alta calidad para hacer la vida más fácil a las familias en fechas tan señaladas. Y es que, ante la duda, queridos lectores, no se preocupen porque esta Nochebuena cocina... la industria.

Éste es un extracto del reportaje publicado en el número 251 de la revista EUROCARNE, en el que se incluye más información e imágenes. Puede descargarse el reportaje completo aquí.