Francisco Turra, presidente ejecutivo de la ABPA, ha llevado a cabo su análisis de la evolución del sector avícola y porcino en Brasil durante 2016 además de las perspectivas sobre su comportamiento de cara a 2017. En su opinión, la crisis económica qu eha afectado a Brasil, generando desempleo y reduciendo el consumo, también ha afectado a la producción cárnica.

A esto se sumó el precio del maíz que si bien durante el primer semestre estuvo muy alto, en esta segunda mitad está por debajo de los 40 reales/60 kg. La oferta en Paraguay y Argentina, además de acaba de autorizar la importación de los Estados Unidos debe reducir la presión sobre el precio de la entrada del próximo año.

Otro factor a tener en cuenta para valorar la evolución de la industria cárnica brasileña durante 2016 es la variación de tipo de cambio real/dólar, que ha permitido que se mantengan las exportaciones. Frente a esto, existe una falta de financiación en el país y altas tasas de interés, dificultando la expansión de los agronegocios del país.

Con todo esto, la producción de carne de aves se ha reducido en finalmente en 2016 frente a las previsiones de 13,6 millones de t de producción que tenía la organización a comienzos de año. El buen comportamiento de las exportaciones, sin embargo, logró reducir los efectos de la caída de la demanda interna y de los altos precios de las materias primas para alimentación animal.

En el caso de la carne de cerdo, la gran demanda de fuera del país ha fomentado el incremento de las exportaciones, mitigando la menor demanda interna.

De cara a 2017, Turra espera que la posible recuperación económica en el país motivará un incremento en la demanda de carne y productos cárnicos, esperando volver a los consumos per capita de 2015. En cuanto a las exportaciones, la situación de la influenza aviar a nivel mundial pueden propiciar un incremento de las exportaciones brasileñasya que no está afectado por esta enfermedad. También esperan una mayor cantidad exportada a China y el incremento de las ventas en el mercado de México por lo que define como el efecto "Trump".

Para el sector porcino brasileño en 2017 resultará fundamental la apertura del mercado de Corea del Sur, uno de los mayores importadores de carne de cerdo en el mundo. También hay buenas expectativas en cuanto a la autorización de nuevas plantas para exportar a China y la liberación de la venta directa de carne de cerdo de Brasil al por menor en Sudáfrica.