El año 2016 marca otro importante descenso en el consumo de carne de cerdo fresca (-3%) en Francia, que sigue a un descenso de casi el 5% ya registrado el año pasado por el panel de Kantar. Otra tendencia preocupante, el consumo anual de todas las carnes, que se situó en el -0,6%.

En el caso de la carne de cerdo fresca, los mayores descensos se situaron en la demanda de piezas como costillas (-6%) y la carne para asar en barbacoas, etc (-2%).

El descenso se ha dado tanto en la venta de productos a través de las carnicerías tradicionales como en los lineales de los supermercados.

En el caso de los productos elaborados, también ha habido una reducción en la compra de productos de cerca de un 2% en el jamón cocido y de un 3,6% en las salchichas.

Pese a estos datos, Culture Viande asegura que en el mes de diciembre, coincidiendo con la época más fría del año, se registró una subida en la demanda de cerca del 5% frente a 2015.

La organización cárnica francesa propone que las interprofesionales del país den prioridad al estímulo del consumo asegurando que "es momento de actuar y participar en los debates que dan forma a la opinión pública".