El presidente de la Asociación de Avicultores Parrilleros (Avipar) de Bolivia, Winston Ortiz, ha pedido al Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) que cierre las granjas avícolas clandestinas que están funcionando en la zona de Santa Cruz, informa El Deber. Ortiz aseguró que tras una reunión con las autoridades nacionales en Cochabamba a finales del pasado mes de abril, se llegó a la conclusión que debían estar cerradas antes del 25 de mayo.

“Bolivia consume 14 millones de pollos al mes, y nuestra producción es de 19 millones, creemos que esos 5 millones de superávit se están generando en las granjas clandestinas, por eso deben ser clausuradas por el Senasag, caso contrario vamos a asumir medidas de presión para que nos escuchen”, explicó Ortiz.

Según Ortiz, el sector está al borde de la quiebra ya que están vendiendo cada pollo vivo a 6 bolívares mientras que el coste de producción es de 8,5 bolívares y necesitarían venderlos a 9 bolívares para al menos tener cierto margen de beneficio.

Ante esto, Ortiz asegura que desde Avipar van a impulsar un proyecto de ley que fije precios mínimos para los productores, protegiendo al productor y garantizando el abastecimiento de alimentos.