La asamblea ordinaria de la Federación Avícola Catalana (FAC) celebrada en la Casa Llotja de Mar de Barcelona se ha complementado con una jornada técnica, que pretende ser una mesa de diálogo y colaboración sobre la influenza aviar abierta a todo el sector: veterinarios, propietarios de explotaciones, investigadores científicos y administración pública.

A pesar de que la gripe aviar se transmite principalmente a través las aves migratorias y, por tanto, es un factor no se puede controlar al 100%, el sector realiza controles muy exhaustivos de bioseguridad en sus granjas para detectar y controlar rápidamente cualquier anomalía, como se pudo comprobar durante el último brote de influenza aviar en Cataluña. Por otra parte, en el momento de detección de un brote, el sector ha demostrado que está organizado, profesionalizado y conectado entre sí y con la administración, lo que permite una actuación rápida y coordinada.

“Una vez levantadas todas las restricciones, con la situación normalizada, es el momento de hacer balance de los protocolos empleados y una reflexión global sobre esta enfermedad y los mecanismos que permitan al sector estar todavía más preparado para minimizar el riesgo de aparición de nuevos brotes en el futuro”, ha afirmado el presidente de la FAC, Joan Anton Rafecas, durante su presentación.

Para ello, la jornada ha contado con la participación de la directora general de Agricultura y Ganadería de la Generalitat de Cataluña, Teresa Masjuan, y su equipo; la directora técnica y el responsable de calidad del Centro de Sanidad Avícola de Cataluña (CESAC), Mar Biarnés y Quintí Camprubí; y Natalia Majó, profesora titular del Departamento de Sanidad Animal de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y responsable del grupo de investigación de virus aviares del Centro de Investigación en Sanidad Animal (Cresa).

La clausura corrió a cargo del Secretario General de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat, David Mascort.

La carne de ave es la más consumida en Cataluña

El pollo, el pavo y la codorniz son carnes blancas y magras, sabrosas, de fácil digestión y con calidades nutritivas beneficiosas para toda la población. Por su alto contenido en proteína de alta calidad y bajo contenido en grasa constituyen una buena base, no solo en determinadas dietas terapéuticas como obesidad o diabetes, sino un alimento esencial en una dieta equilibrada y saludable para todas las edades.

Cataluña es la primera comunidad autónoma productora de carne de ave. En 2015* se produjeron 357 miles de toneladas de carne de ave (81% pollos, 1,2% gallinas, 15.5% pavos y 2.42% de otras aves), que en unidades representan 207 millones de aves (78% pollos, 3.5% pavos, 0.92% gallinas y 17.5% de otras aves). Estas cifras suponen un incremento respecto al año anterior del 3%, en cuanto a unidades, y un 1,6%, en cuanto al peso. Especialmente significativo es el caso del pavo, que ha aumentado un 7%.

También destaca la importancia en el sector de la producción de codornices en Cataluña, que representa más del 91% del total en España, la mayor parte de la cual se exporta.

En relación con el conjunto de la producción cárnica en Cataluña el sector avícola representa el segundo lugar con un 17%, detrás del porcino (76%) y por delante el vacuno (6%), y en el ámbito estatal, la cifra sube hasta el 24%, después del porcino (63%) y por delante del vacuno (10%).

En cuanto al consumo, los catalanes comen 15.79 Kg de carne fresca de pollo, pavo y otras aves por persona y año. Del total de carne fresca consumida en los hogares catalanes en 2016, el 39% fue de pollo y pavo, en primer lugar, por delante del porcino (30%), vacuno (15%) y otros.