Algunas de las organizaciones agrarias y ganaderas más importantes de EE.UU. junto a representantes de la industria alimentaria y cárnica han instado al presidente Donald Trump a no imponer restricciones a las importaciones de acero y aluminio, ya que retrocedería contra las exportaciones agroalimentarias de Estados Unidos.

18 de estos grupos, entre los que se encuentran la "American Farm Bureau y la National Milk Producers Federation, advirtieron que "las consecuencias de las restricciones sobre el acero y el aluminio podrían ser desastrosas para el sistema comercial global y para la agricultura estadounidense en particular".

Todo esto se debe a que algunos de los países que exportan metales a los Estados Unidos también son grandes importadores de productos agrícolas estadounidenses, incluyendo cereales, animales vivos, carne y productos lácteos.

En la pasada primavera, el presidente de EE.UU., Donald Trump ordenó al Departamento de Comercio investigar las importaciones de acero y aluminio que han inundado el mercado y dañado a los fabricantes estadounidenses. Aprovechando una ley de comercio poco utilizada Trump impondrá sanciones a las importaciones de acero y aluminio si el Departamento de Comercio determina que ponen en peligro la seguridad nacional.

Frente a esto las organizaciones agroalimentarias temen que cada país con una industria sensible al mercado pueda encontrar una razón de seguridad nacional para eludir los acuerdos comerciales. Los grupos instaron a la administración a "evitar encender una guerra comercial" a través de la imposición de restricciones a las importaciones de acero y aluminio.