Las autoridades chinas están llevando a cabo una investigación para verificar si las empresas brasileñas están llevando a cabo la venta de productos por debajo del precio del mercado, lo que se conoce como dumping.

Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil se ha rechazado este tipo de prácticas y se ha asegurado que se busca "evitar una posible crisis" ante la llegada del presidente brasileño, Michael Temer, a China por una cumbre internacional.

Para el presidente de la ABPA, la Asociación Brasileña de Proteína Animal, Francisco Turra, Brasil podrá superar esta situación ya que se ha enfrentado a dos acusaciones similares con anterioridad hechas por Ucrania y por Sudáfrica. Según Turra este tipo de medida procede de un lobby de productores locales que tienen problemas en su producción local.

Uno de los efectos inmediatos que puede tener la investigación es la imposición de aranceles más altos a la importación de carne de aves.

Por su parte, el ministro de Agricultura de Brasil, Blairo Maggi, ha asegurado que no se está dando esta situación y ha destacado que ambos países mantendrán negociaciones lideradas por el Ministerio de Relaciones Exteriores y por el Ministerio de Industria, Comercio Exterior y Servicios a las que el de Agricultura seguirá de cerca.

Desde la Embajada de China en Brasil se ha destacado la relevancia del comercio entre ambos países aunque se ha destacado que se va a seguir con las investigaciones sobre la importación de carne de pollo a Brasil para "aclarar las preocupaciones y salvaguardar el correcto desarrollo de las relaciones comerciales bilaterales".

En 2016, Brasil representó el 85% de las importaciones de pollo congelado de China, con un valor de hasta 1.230 millones de dólares.