Teresa Robledo, directora ejecutiva de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) fue la encargada de inaugurar esta Jornada celebrada en Madrid, en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (MSSSI), que ha sido organizada junto con el Foro Interalimentario, con la presencia de su director general, Víctor Yuste.

Robledo resaltó “el grado de interés por los aspectos relacionados con el control oficial, de todos los asistentes a la vista de la gran expectación que se ha creado, con más de 300 inscritos”. No en vano, en el auditorio Ernest Lluch, se dieron cita representantes de las Asociaciones de Consumidores, de la industria alimentaria y de asociaciones de los distintos sectores alimentarios, autoridades competentes a todos los niveles, tanto de ayuntamientos, como de Comunidades autónomas y otros expertos.

En la mesa inaugural acompañaban a la directora ejecutiva, la subdirectora de Coordinacion de Alertas y Programación del Control Oficial de Aecosan, Milagros Nieto, junto a Ana Canals, vocal asesora de Aecosan, ambas moderadoras de las mesas de debate y Andrea Gavinelli, de la Unidad G3, responsable de Controles Oficiales y erradicación de enfermedades animales de la Comisión Europea, quien ha desarrollado una ponencia sobre la aplicación de esta nueva normativa, resaltando los puntos clave del nuevo Reglamento (CE) nº 2017/625.

Este reglamento fue publicado en abril de este año y aborda lo relativo a los controles y otras actividades oficiales realizados para garantizar la aplicación de la legislación sobre alimentos y piensos y de las normas sobre salud y bienestar de los animales, sanidad vegetal y productos fitosanitarios.

Con él se amplía el ámbito de aplicación, abarcando ahora cuestiones fitosanitarias y los subproductos animales, introduciendo un enfoque más armonizado y coherente de los controles oficiales y las medidas de aplicación pertinentes en toda la cadena agroalimentaria y contiene una serie de habilitaciones de la Comisión para los actos delegados y de ejecución que proporcionarán los medios legales necesarios para ajustar los controles a las necesidades de un entorno de cadena agroalimentaria en constante cambio.

Se incluyen medidas que incrementarán la transparencia para los ciudadanos. Incorpora novedades como la gestión del fraude alimentario. Además incluye el requisito de que las Autoridades Competentes tengan en cuenta la probabilidad de comportamientos fraudulentos y engañosos al decidir la frecuencia apropiada de los controles.
El nuevo Reglamento refuerza también las normas relativas a la cooperación y asistencia administrativa de los Estados miembros, a fin de permitir a las autoridades competentes abordar eficazmente los incumplimientos de la legislación a nivel transfronterizo. Además plantea retos y oportunidades cara a su aplicación, prevista en su mayor parte para el 14 de diciembre de 2019.