Jesús Cruz · EUROCARNE

Piensen en una empresa cárnica de nuestro país. ¿Ya la tienen? Pues sin duda tiene un origen familiar. ElPozo Alimentación, Casa Tarradellas, Espuña, Casademont, Incarlopsa,... Incluso Campofrío Food Group fue en su momento propiedad única y exclusiva de la familia Ballvé. Además, podríamos citar muchas que hoy en día han desaparecido o bien han sido absorbidas por otras más grandes (caso de Navidul o Revilla y la compra en su momento por Campofrío, unas de las operaciones más significativas en su día).

Todas ellas tienen su origen en una familia que ha hecho crecer su negocio a base de ampliarlo  diversificar la actividad hasta convertirse en grandes grupos empresariales. Muchas de ellas han hecho de su apellido algunas de las marcas más representativas de nuestro país. Incluso la empresa que edita eurocarne y eurocarnedigital tiene estas características.

Hay casos de este tipo también a nivel internacional: JBS, la mayor firma cárnica a nivel mundial tiene a José Sobrinho Batista como su fundador a mediados de la década de los 50 y ha vuelto ahora a ser su máximo responsable.

Bajo su mandato la firma creció dentro del mercado brasileño y fue la gestión de sus hijos, ahora encarcelados por diversos escándalos financieros y políticos, la que ha llevado a JBS?a ser el mayor grupo cárnico a nivel mundial.   En el caso de nuestro país, la amplia mayoría de la industria cárnica está compuesta por micropymes en las que predomina el ámbito familiar. Según el Instituto Nacional de Estadística, representan el 75% del empleo en nuestro país.

Más concretamente, en España existen 3.657 empresas dedicadas a la producción de carnes y derivados cárnicos. De todas ellas, casi 2.900 tienen menos de 20 trabajadores y son algo más de 2.400 las que tienen menos de 10 trabajadores. Esto nos da idea de la atomización sectorial, pero también de cómo buena parte de estas empresas están conformadas por pequeñas familias e incluso on un único trabajador externo en muchos casos.

Para corroborar esto, si miramos el Registro Sanitario de Alimentos en su listado de establecimientos autorizados según Normas de la Unión Europea, vemos que un gran número de empresas en su nombre se incluyen los términos “Hijos de” o “e Hijos”. Continuan así sagas empresariales iniciadas en generaciones anteriores. Además, son muchas las empresas donde buena parte de los puestos están cubiertos por la familia.

Algo similar ocurre, todo sea dicho, con algunas de las principales firmas dedicadas a ofrecer servicios y maquinaria para la industria cárnica: en muchos de los casos las empresas pasan de padres a hijos y estos continúan con la actividad e incluso la amplían a nuevos mercados y productos.

En nuestro país existen más de 3.600 empresas dedicadas a la industria cárnica. Buena parte de ellas son empresas familiares, fruto de lo que hoy en día conocemos como emprendimiento y que, en la mayoría de los casos, surgen al seguir la tradición heredada de los antecesores, en muchos de los casos ganaderos y carniceros. En este artículo de nuestra serie Sala de despiece, publicado el pasado mes de septiembre hemos analizado su funcionamiento así como la relevancia que tienen en el conjunto del sector.

Pueden consultar el artículo en el siguiente enlace.