La firma cárnica brasileña Brf acaba de anunciar la puesta en el mercado de una nueva marca, Kidelli, destinada a segmentos de consumidores distintos de Sadia y Perdigao, las otras dos marcas con las que ya opera. Para comenzar a operar la marca cuenta con 14 referencias que van desde el jamón cocido a hamburguesas.

De acuerdo con el vicepresidente de la compañía, Alexandre Almeida, esta marca va destinada a consumidores con un poder adquisitivo menor ya que los precios son un 15% más bajos que los de las otras marcas y, según estiman, responde por el 30% del segmento de productos cárnicos procesados en el país: "tendremos un precio bastante competitivo en el segmento que vamos a actuar. El objetivo son consumidores que buscan sabor y precio asequible", afirmó el directivo.

La estrategia de la compañía es utilizar los excedentes de producción que actualmente tienen en plantas como la de Uberlândia (Minas Gerais) y Vid  (Santa Catarina): "utilizaremos el excedente de materia prima que generamos al producir productos de las marcas Sadia y Perdigão, a menudo carnes nobles como pechuga de pollo y pavo. Hoy, ese excedente se vende a terceros y ahora vamos a agregar valor a ellos con la marca Kidelli" dijo Almeida.

La compañía ha invertido cerca de 560 millones de reales en la puesta en marcha de esta nueva marca que no estará presente en los grandes supermercados del país latinoamericano. Para Almeida, "se trata de una nueva oportunidad de negocio para Brf con el foco puesto en la rentabilidad y el crecimiento en ventas".

Esta noticia llega justo cuando otras de las grandes cárnicas brasileñas, JBS, ha puesto en el mercado una nueva marca de carne de vacuno: 1953. Sin embargo, en este caso JBS ha apostado por productos premium que hasta ahora estaban destinados al canal de restauración.