La Indicación Geográfica Protegida (IGP) Cordero Manchego ha enviado a la Comisión Europea la solicitud para modificar una parte de su pliego de condiciones. Se busca eliminar cualquier referencia a las edades en las que se debe enmarcar el sacrificio de los corderos, que en la actualidad se fija entre los 60 y 90 días tras el nacimiento. “Queremos que no haya ninguna edad mínima ni máxima, ya que no es un aspecto que influya en la calidad de la carne de ninguna forma y nos aumenta de forma innecesaria la carga burocrática. No hay razones que avalen que un animal sacrificado con 89 días tenga más calidad que uno de 91 días”, explica Francisco Alfaro, director técnico de la IGP Cordero Manchego, según recoge Oviespaña.

Una vez que se haya resuelto esta petición a las instancias comunitarias, desde la figura de calidad manchega también se trabaja con la opción de modificar el territorio de producción y sacrificio con el que se trabaja en la actualidad.

“La idea no es incluir toda la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, sino ampliar a algunos municipios que tienen un importante sector ovino”, aclara Alfaro. Además, se tiene previsto solicitar en el futuro que haya una categoría de corderos lechales dentro de la IGP.