“Juntos al crecimiento” fue el lema de la asamblea de socios de CNTA (Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria) que tuvo lugar en las instalaciones de este centro tecnológico nacional. En ella, además de la asamblea de socios, propiamente dicha, tuvo lugar una mesa redonda en la que participaron Héctor Barbarin, director General de CNTA, como moderador, e Ignacio Vidal, director de planta de General Mills, Juan Miguel Floristán, director General de Florette, y Santiago Sala, director General del Grupo Apex, quienes expusieron los casos de éxito de las empresas que dirigen.

Los tres ponentes mencionaron que para crecer hay que querer hacerlo, arriesgar y trabajar. Tras ello se abrió un debate en el que, además de la importancia del crecimiento, salieron temas que a juicio de los asistentes marcarán el futuro y son el tema medioambiental, por el uso de plásticos, y la industria 4.0.

Para CNTA, 2017, ha sido un año de crecimiento. Héctor Barbarin mencionó que durante el pasado año CNTA obtuvo unos ingresos superiores a 8 millones de euros y tuvo una actividad en la que destacan: una start up creada, Nucaps, los 98 retos de empresas resueltos, 58 proyectos de I+D para empresas, 59.877 informes de servicios tecnológicos realizados, 64 acciones formativas para 1.389 alumnos, entre otras. Estas actividades se realizaron para un total de 883 empresas de las cuales 286 son socias de CNTA.

Además, en 2017 se invirtieron más de 1.200.00 euros para poner en marcha las líneas estratégicas del centro. Estas líneas estratégicas son siete, cinco de las cuales son de carácter tecnológico: calidad y seguridad alimentaria 4.0, sensorial objetivo, tecnología analítica, microbiología industrial y nuevas estrategias y tecnologías de conservación, y dos son de carácter organizativo: vanguardia y explotación de resultados.

Para poder ponerlas en marcha CNTA ha destinado parte de esa inversión a la construcción de un nuevo edificio, junto a la sede central, que se estima que estará terminado a finales del mes de agosto. Tendrá una superficie de 800m2 y albergará las actividades de las líneas: calidad y seguridad alimentaria 4.0 y sensorial objetivo.

Además de las actividades propias de estas dos líneas, el edificio va a contar con sala blanca, cocina industrial, sala de catas y diversos laboratorios, entre ellos uno de imagen. Este laboratorio será el destino de parte del equipamiento que ya se ha incorporado al centro: las cámaras de imagen hiperespectral y la cámara lineal y 3D, y que pertenecen a estas dos líneas estratégicas mencionadas.

Además de estos equipos también se acaba de adquirir un nuevo equipo de plasma frío para la línea nuevas estrategias y tecnologías de conservación y equipamiento para tecnología analítica y microbiología industrial. También está previsto incorporar nuevos equipos de homogeneización a alta presión y espectocolorímetro, entre otros.   

Otro de los pilares fundamentales, comentó Héctor Barbarin, para avanzar y lograr en esta nueva etapa es la inversión en el talento de las personas. Estima un crecimiento aproximado de unas 15 personas en total. Entre los perfiles que faltan por incorporar se encuentran: un responsable de vanguardia y diferentes investigadores y técnicos para las distintas líneas estratégicas.