Zoetis está celebrando el décimo aniversario de la aprobación del uso en Europa de Improvac, su vacuna contra el olor sexual de la carne de cerdo. No existen restricciones en ningún mercado a nivel mundial, por lo que su utilización no supone un freno a la exportación. Durante este periodo de tiempo, se han vacunado con Improvac más de 30 millones de cerdos al año y se han llevado a cabo más de 334 estudios científicos que avalan y demuestran su eficacia.

Se trata de una vacuna que induce anticuerpos frente al Factor de Liberación de Gonadotropinas (GnRF) para producir una supresión inmunológica temporal de la función testicular. De esta forma, se reduce el olor a verraco producido por los compuestos androstenona y escatol que producen los machos enteros al inicio de la pubertad, además de reducir también comportamientos agresivos y sexuales.

Permite obtener una carne de cerdo libre de olor sexual. Algo que queda reflejado en los más de 427 millones de consumidores anuales satisfechos.  Además, contribuye a una producción sostenible, ya que se ha demostrado que reduce en un 3,6% la huella de carbono, y supone una alternativa acorde al bienestar animal, al no realizarse la castración quirúrgica del animal, estando recomendado su uso por la International Coalition for Animal Welfare (ICFAW).

En el año 2015 se presentaba en España su homólogo para las hembras, Vacsincel, vacuna registrada para la supresión inmunológica temporal de la función ovárica de cerdas, impidiendo que estas alcancen la pubertad. Es un método eficaz y seguro para evitar la salida en celo y las gestaciones no deseadas, sin la necesidad de castrar a las hembras físicamente, siendo, por lo tanto, también una solución acorde con la normativa de bienestar animal.

Ambas vacunas son una solución eficaz y segura frente a la castración física, avalada por diez años de experiencia, buenos resultados y estudios científicos.