En una carta dirigida directamente al presidente Trump, siete organizaciones cárnicas y avícolas piden que iguale las condiciones en materia de seguridad alimentaria y controles oficiales entre las carnes derivadas de animales y las obtenidas en laboratorio.

En la carta, los grupos describen los rigurosos estándares a los que deben adherirse en la producción de carne de animales y piden que la carne obtenida en laboratorio se mantenga en los mismos estándares. La carta detalla una reunión reciente en la que la FDA "aseguró ser la principal reguladora de los productos cultivados en células", sin mencionar al USDA.

Las organizaciones firmantes describen el papel del USDA en la regulación de proteínas animales y afirman que la FDA no debería ser la única responsable de garantizar la seguridad y calidad de las proteínas procedentes de células, especialmente dado que "no solo es incompatible con la inspección de carne y aves de corral" sino también con el plan de reorganización de la Casa Blanca ".

Las organizaciones que ponen su nombre a la carta incluyen a la  American Farm Bureau Federation, American Sheep Industry Association, National Cattlemen´s Beef Association, National Chicken Council, National Pork Producers Council, National Turkey Federation y finalmente el North American Meat Institute.

Por su parte, el Good Food Institute (GFI) respondió a esta carta y emitió una declaración defendiendo a la FDA ya que considera que tiene la "experiencia necesaria para proporcionar una supervisión adecuada de la carne cultivada en labotarorio", señalando que incorporar el USDA también sería costoso. Sin embargo, señalan que se mantendrán al margen de cuál de las dos entidades sea, en última instancia, responsable del aseguramiento de la calidad y la regulación de la carne procedente del cultivo celular.