Los efectos de la huelga de camioneros junto al menor precio de sus productos y los efectos de la devaluación del real son los causantes de las pérdidas netas de 404 millones de dólares, según ha informado la compañía, durante el segundo trimestre del año.

La facturación en este periodo de tiempo ha sumado 2.112 millones de dólares, un 1,9% más que en el mismo trimestre de 2017. Se comercializaron un 4% más que productos debido al comportamiento de los mercados brasileño y musulmán, que compensó la reducción de ventas en otros mercados como Europa, Rusia y China.

La rentabilidad de la compañía fue fuertemente impactada por factores externos vinculados al cierre de mercados en Europa y Rusia, además de los aranceles suplementarios impuestos por China.

"Comenzamos a ejecutar ahora las estrategias que van a marcar la recuperación de la compañía en los trimestres siguientes y permitir que sigamos creciendo y volver a entregar resultados positivos", afirmó el presidente global de BRF, Pedro Parente.