Sigma Alimentos, filial dedicada a la alimentación y a la industria cárnica del grupo mexicano Alfa, acaba de dar a conocer sus resultados económicos del tercer trimestre de 2018. De julio a septiembre, la compañía, que es propietaria de Campofrío Food Group, ha obtenido unas ventas por un total de 1.608 millones de dólares, cifra que supone 7 millones de dólares menos que en el mismo periodo de 2017 pero un incremento de 14 millones de dólares respecto al segundo trimestre de 2018.

En el conjunto del año Sigma Alimentos suma ya 4.740 millones de euros en facturación, lo que supone un crecimiento el 6% respecto a 2017.

Por áreas geográficas, las ventas en México suponen el 42% de su facturación, las del continente europeo el 35%, el 16% procede de EE.UU. y el 7% del resto de Latinoamérica.

De acuerdo con la compañía, sus ventas en Europa crecieron en un 1% hasta los 568 millones de dólares y su EBITDA se ha incrementado en un 2% respecto a 2017 debido a la inclusión de una provisión por el cierre de una planta así como ganancias extraordinarias por la compra de Caroli. De no ser por estos elementos extraordinarios su EBIDTA en Europa sería un 15% superior al de 2017 debido a un coste más bajo de las materias primas, la mejora productiva de su planta de La Bureba en Burgos y por el hecho de que la compra de Caroli está funcionando mejor de lo esperado por la dirección de la empresa.

En cuanto a la evolución en México, está siendo más que positiva ya que en pesos, las ventas subieron un 7% (668 millones de dólares) y el EBITDA un 16% (97 millones).

Frente a esto, las ventas en EE.UU. bajaron en un 1% durante el tercer trimestre de 2018 (248 millones de dólares) y el EBITDA fue un 24% inferior con 27 millones de dólares. En este caso hubo una subida en los costes de la materia prima y de transporte por una nueva legislación. A eso se sumó el cese de actividad en una de sus plantas productivas ante la necesidad de remodelación de las instalaciones.

Por último, en el resto del continente americano Sigma Alimentos logró unas ventas por 117 millones de dólares, un 2% menos que en el tercer trimestre de 2017, pero su EBITDA creció en un 18% ante unos mejores resultados de la peruana PMI y en República Dominicana.

La deuda neta de la compañía, cifrada en 1.932 millones de dólares, se redujo en un 5% sobre la de año pasado.