Las inundaciones que alcanzaron la semana pasada el norte de Australia, tercer país exportador de carne bovina del mundo, tendrán un impacto relevante en el comercio de la proteína en los próximos años. De acuerdo con proyecciones divulgadas en el país, alrededor de 500.000 cabezas de ganado murieron, principalmente en Queensland. Este volumen representa más del 5% del total de sacrificios en el país, según datos de la Oficina Australiana de Estadísticas.

Nick Mearam gerente internacional de Meat & Livestock Australia (MLA), estima que podría producirse que las exportaciones australianas de carne bovina caigan del 2% al 3% en los próximos dos años. 

Las informaciones que circulan entre agentes de la industria de carne de vacuno de Australia apuntan a que el agua en muchas zonas no ha vuelto a sus cauces normales y que han afectado a grandes áreas del país.

La recuperación total en el número de animales podría llevar entre uno y dos años debido a que la región afectada es una de las principales productoras de ganado. Además, el impacto en los precios debe tardar unos meses en sentirse en el país.

Una de las compañías que podría verse afectada es JBS que posee un matadero en Queensland.