A poco tiempo de que se ponga en marcha el Brexit, algunas firmas cárnicas británicas están comenzando a verse afectadas por esta situación con la caída de exportaciones. Se supone que esto causará grandes interrupciones en la cadena de suministro y tendrá graves consecuencias financieras para las compañías cárnicas británicas que pueden tener dificultades para recuperar el negocio perdido.

Nick Allen, director ejecutivo de la Asociación Británica de Procesadores de Carne, ha asegurado que "tenemos consultas de los miembros que querían información sobre lo que sucederá exactamente. A pesar de las numerosas reuniones de crisis con funcionarios gubernamentales, todavía no estamos cerca de obtener orientación definitiva sobre tarifas, certificación y marcas de salud que nuestros miembros necesitan desesperadamente. Desafortunadamente, la interrupción ya ha comenzado y el daño ya se está haciendo. La falta de claridad en torno al Brexit ahora está causando la cancelación de pedidos y el cierre efectivo una vez que los lucrativos mercados de exportación a las empresas británicas".

Las demoras en anunciar qué tarifas se aplicarán en el caso de un Brexit no negociado significa que los envíos a los mercados en el extranjero que despachan libres de tarifas llegarán a su destino después del 29 de marzo y estarán sujetos a una tarifa aún no determinada. Esos clientes en el extranjero no tienen forma de saber cuánto más tendrán que pagar.

Las firmas aseguradoras que cubren estos envíos y facilitan el movimiento de bienes entre países se niegan a indemnizar contra pérdidas relacionadas con un Brexit sin acuerdo.

También hay confusión sobre qué garantías sanitarias se deben utilizar. El sello santario es el sello que indica la carne de la planta que se ha procesado y es un factor clave para asegurar la trazabilidad y la procedencia. Hasta ahora, el gobierno no ha tomado ninguna decisión sobre lo que debería ser esta marca.

Además, no se ha recibido una aceptación formal del cambio de estado ya que "dejamos de ser un estado miembro de la UE de nuestros principales mercados de exportación. Esto significa que existe un peligro real de que cualquier producto que se envíe con la marca incorrecta se rechace en su destino".

Durante el mes de marzo, los procesadores de carne británicos se enfrentarán con el enigma de que comprarán animales para procesar sin entender cómo se verá el mercado después del 29 de marzo. Y, no será simplemente una cuestión de vender más productos en el mercado del Reino Unido, ya que la mayor parte de la carne exportada, que asciende a 1.000 millones de libras, se compone de cortes que son populares en el extranjero, pero no en Gran Bretaña.

Ante esta situación, desde la BMPA aseguran que "se ha levantado la bandera roja y pedimos al Gobierno que apoye a la industria cárnica británica con información y orientación claras y que intensifique los esfuerzos para acordar los términos comerciales con nuestros socios comerciales más valiosos en el extranjero".